Hace ya más de un año que se obligó a las empresas a que los empleados tuvieran que fichar al entrar y a salir. Más de 18 meses que han servido para cambiar algunos hábitos de trabajo. Ahora es el momento de rendir cuentas y de comprobar si esto ha servido para algo. ¿Se ha notado una mejora en la productividad? ¿Quiénes están más contentos los trabajadores o los empresarios? ¿Merece la pena? Hay que recordar que con su puesta en marcha se creó mucha polémica y se vio como un nuevo enfrentamiento entre empleados y patronal.