Los servicios de fisioterapia han visto cómo la llegada de las nuevas tecnologías han ayudado al avance en muchos campos, pero también hay que tener precaución para no correr el riesgo de dar un uso poco adecuado a estos avances. Algunos expertos en fisioterapia con los que hemos hablado dicen que la profesión debería ser más crítica cuando se intentan implantar nuevas técnicas que aparecen en el sector sin el necesario aval científico.
La tecnología avanzada simplifica y facilita el trabajo
La aparición de herramientas nuevas en campos como la evaluación clínica o en el ámbito asistencial es de gran ayuda. Antes, el análisis de marcha de la caminata del paciente solo era algo que estaba disponible para los grandes hospitales por el alto coste que tenía, algo que me hubiera venido bien, puesto que sufría de dolores en los pies y las rodillas y en el hospital de mi zona no tenía recursos en este sentido.
Ahora es posible ver cómo existen aplicaciones para dispositivos móviles que registran ángulos de movimiento, rango o velocidad. No es algo que sea capaz de sustituir como tal al análisis de marcha convencional, pero sí que sirve para el trabajo diario del fisioterapeuta.
El aval científico es necesario
Existen en el sector de la fisioterapia herramientas de evaluación que todavía no tienen el aval científico necesario para que se extienda su uso, pero que demuestran en pequeños estudios su utilidad. Con las nuevas terapias que han aparecido (que en muchos casos también son terapias que ya existían que cambian de nombre y donde se hace un registro de marca), ocurre lo mismo, puesto que aunque la lista de aplicaciones posibles es bastante extensa, lo cierto es que carecen de aplicación clínica que haya podido ser demostrada científicamente.
Se puede decir que esta es una tarea pendiente que tienen los profesionales de la fisioterapia, puesto que deberían ser más críticos cuando se quieren implantar técnicas nuevas, pero que carecen de aval científico.
Formación específica
Los fisioterapeutas, cuando utilizan distintas técnicas, deben tener conocimientos suficientes para poder manejar los aparatos con los que cuentan. Para ello, la formación es necesaria, puesto que un goniómetro digital o una aplicación móvil para la medición de un rango articular no necesita tanta formación como la necesaria para aprender a usar un electromiógrafo de superficie o un ecógrafo. Eso sí, algunas veces en el campo de la fisioterapia hay que aprender a separar el grano de la paja o intentar detectar las cada vez más numerosas formaciones sobredimensionadas. Hablamos de unas formaciones extensas que hacen las empresas para dar a conocer nuevas técnicas que podrían resumirse en una sola mañana, repasando los conceptos más básicos y útiles para los usuarios.
Los pacientes y su disposición al uso de la tecnología en la fisioterapia
Habitualmente, los pacientes suelen estar abiertos a que se usen estos avances, siempre que para ellos sean beneficiosos a la hora de acelerar o mejorar su recuperación. Esto hace que sea responsabilidad de los fisioterapeutas el dar una buena utilización a la tecnología. No olvidemos que la tecnología tiene que ayudar al fisioterapeuta, pero sin que sustituya el control que debe realizar el profesional.
El paso de la rehabilitación a la telerehabilitación
Desde la Clínica López Corcuera, expertos en fisioterapia y osteopatía, nos han comentado, al preguntarles sobre el avance que ha supuesto la telerehabilitación, que esta aplicación tecnológica sufrió un gran avance en la pandemia y que se sigue utilizando con éxito. Cuando se habla de ella, podemos decir que es una utilización de las tecnologías de la información y comunicación para poder hacer servicios de rehabilitación en los domicilios.
La aplicación permite que se pueda aplicar la terapia a las personas que no pueden acudir a una clínica porque tenga una discapacidad el paciente o por ser de una larga distancia o viaje largo. De esta forma se facilita el acceso a los profesionales y pacientes con independencia de donde se encuentren, lo que es un ahorro en cuanto a desplazamientos, tiempos de espera y se consigue una productividad mayor,
La tecnología no sustituye a los profesionales
La rehabilitación a distancia es posible gracias a la tecnología. La realidad es que los pacientes tienen menos tiempo y, al implantarse en tratamientos junto con otra serie de técnicas, hace que sea más fácil seguir los tratamientos. Ahora bien, todos estos avances tecnológicos no sustituyen al profesional, como nos dicen desde la clínica, aunque sí que es verdad que hay tratamientos que no necesitan la terapia manual, como el ejercicio terapéutico en las dolencias que son recurrentes, caso de los dolores crónicos.
Con lo que debemos quedarnos es que los resultados de la telerehabilitación son de lo más positivos en los pacientes que los han experimentado. Eso sí, se debe hacer siempre un seguimiento adecuado del paciente, de tal forma que la tecnología trabaje el servicio de la fisioterapia, pero sin que se pierda el foco en la resolución del problema.