En una búsqueda para mejorar las condiciones de trabajo de los empleados, de forma que la jornada laboral quedara muy bien delimitada y por lo tanto se pudiera hacer un manejo justo de las horas extras, se aprobó el Real Decreto 16/2013 de 20 de diciembre sobre Medidas para Favorecer La Contratación Estable y Mejorar la Empleabilidad de los Trabajadores,
Este establecía que las empresas debían cumplir con la obligación de registrar la jornada de todos sus trabajadores a tiempo parcial de forma diaria, debiendo totalizar el número de horas de forma mensual, de forma que pudiera haber una transparencia sobre el tiempo total que el empleado dedicaba a la empresa, fueran horas ordinarias o extras. De esta manera, se intenta prevenir el fraude a la Seguridad Social, facilitar la conciliación laboral y combatir la precariedad.
Esto, más que nada para los contratos a tiempo parcial, mientras que para los contratos a tiempo completo, solo exigen este requisito en caso de que el empleado pueda llegar a cumplir con horas extras según lo acordado por contrato o en el convenio de la empresa y que queda expresado en que el artículo 35.5 del Estatuto de los Trabajadores de la siguiente manera: “a efectos del cómputo de horas extraordinarias, la jornada de cada trabajador se registrará día a día y se totalizará en el periodo fijado para el abono de las retribuciones, entregando copia del resumen al trabajador en el recibo correspondiente”.
Así, esta ley tiene sus penalizaciones muy bien definidas para aquellas empresas que no estén cumpliendo de la forma pautada lo exigido por la misma; si quieres enterarte cuales son, sigue leyendo, que los expertos en el registro de jornada laboral de Timenet nos lo explican todo.
Los riesgos de no adaptarse al Real Decreto Ley
De acuerdo con el Real Decreto Ley 08/2019, de 8 de marzo, se considera una infracción grave violar los reglamentos relacionados a la jornada, horas extraordinarias, trabajo nocturno, horas complementarias, descansos, vacaciones, permisos y tiempo de trabajo que se marca en el Estatuto de los Trabajadores, y que de ser así, se aplicarán multas de entre 626 y 6.250 euros a las empresas infractoras.
Igualmente, no solo es cumplir con el registro de la jornada y de las horas extras, sino también a elegir un mecanismo de registro, el cual debe mantenerse, junto con los diferentes registros, por el plazo de 4 años.
Lo bueno, es que esta obligatoriedad y las multas que conllevaba el incumplimiento de la ley ha hecho que ya muchas empresas reduzcan los horarios a lo justo para aquellos trabajadores que estaban trabajando más de lo que estaban cobrando.
No obstante, el cumplimiento de todo lo estipulado no solo conlleva riesgos para las empresas que no lo han sabido llevar, sino también desafíos para todas las empresas que quieren apegarse lo mejor posible a la ley y que ahora tienen que desarrollar un sistema de registro eficaz, transparente e inteligente, y que deben reducir jornadas y contabilizar horas extras de forma que sea justa para el trabajador pero que no afecte la productividad de la empresa.
Los desafíos que plantea el registro de la jornada laboral
Como dijimos, esta nueva ley plantea nuevos desafíos para la empresa, como por ejemplo, la productividad de los trabajadores y la flexibilidad laboral, la necesidad de controlar mejor el absentismo o disponer de herramientas eficaces en el entorno de trabajo que faciliten el control de las horas trabajadas.
Asimismo, como registrar la jornada laboral de los empleados en teletrabajo, una forma de trabajo ampliamente practicada hoy en día, es otro quebradero de cabeza para las empresas ya que la obliga a apostar por la digitalización de ciertos procesos y al inclusión de tecnologías entre sus herramientas de gestión.
Más allá de la nueva normativa: un cambio de enfoque
Por último, tenemos que hablar de lo que significa este cambio a nivel de enfoque. No solo se trata de implementar una nueva ley y de desarrollar herramientas para su cumplimiento. También se trata de asumir este cambio en su totalidad y lo que implica para las empresas y los trabajadores, ya que ahora nos hace enfocarnos más en asuntos como la prevención del absentismo, el control de las operaciones, la mejora de la productividad y una planificación del trabajo que contribuya al aumento de la competitividad.
Entonces, será un trabajo de todos no solo cumplir con la ley de la forma más justa y transparente posible, sino de sacar el mejor provecho de ella para mejora la productividad y planificar mejor los tiempos de trabajo para lograr más y mejor en menos tiempo invertido.